Bucaramanga,Colombia 15-02-2006
Señor Director
Diario Las Ultimas Noticias
Santiago de Chile
Permítame entregarle este texto si lo tiene a bien publicar, que entre líneas guarda mucha relación con la tragedia de Antuco.
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VIENTO BLANCO (Ronald Gutiérrez Candia)
Realmente es muy cómodo vivir en el trópico y penetrar con tranquilidad en el túnel del tiempo. En año 1957 cumplía recién los 18 años y como tuve que repetir un año de estudios, seguía molestando en el Liceo de Hombres de Temuco. A esas alturas de mi vida ya tenía la cabeza llena de nieve.
Desde Primero de humanidades casi hasta cuarto tuvimos la suerte de tener un profesor de Francés y Castellano de apellido Fernández quien todos los lunes de invierno llegaba a dictarnos la clase como si viniera de la playa. El rostro totalmente bronceado y con una sonrisa que auguraba a la claras que esa hora de español ( castellano) sería solo relato del fin de semana en el Llaima. Creo que nunca en clases lograba tanto silencio como los días lunes. Como la gran mayoría de ese auditorio de alumnos éramos de estrato medio para abajo, hablar de esquiar en la nieve era como algo inalcanzable. Un deporte elitista, en donde aparte de tener como comprar el equipo básico había que tener también como comprar la ropa adecuada. Y hasta me las ingenié con el pretexto de ir a buscar un libro, para llegar al Hotel Oriente donde vivía el profesor Fernández para conocer y poder tocar siquiera un par de esquíes. Y desde entonces me hice el firme propósito de involucrarme de alguna manera con el deporte blanco.
Y como el tiempo es un eterno viajero sin descanso , digamos que en un par de minutos estaba prestando Servicio Militar casi con todos los mismos compañeros de Liceo: Los Cohen, Ergas, Quilodrán, Huenchumilla, Huenupan,Chuecas, Verdugos y otros queridos amigos y rapidito pasó el Juramento a la bandera y un día de Mayo supremamente frío en la primera formación de la madrugada antes del desayuno vino un oficial a comunicarnos que habíamos sido nominados la Primera Compañía de Telecomucaciones en comisión se servicio Andino. Algo asi…A mi se me iluminó el rostro y cuando el Sargento Primero no terminaba de decir: “...a ver los voluntarios que quieran ir a la nieve...” Yo estaba cuadrado al frente disimulando mi alegría..No faltó alguien que dijo : “ Permiso para hablar con usted mi sargento”,--“ hable el conscripto—“¿ para donde nos vamos a dirigir? Hacia el Volcán Llaima respondió con voz de Sargento.-“ Ustedes serán la Vanguardia del Batallón Andino que llegará en un par de meses a la nieve..
En mi intensa imaginación ya me veía recibiendo instrucción militar en la cordillera nevada y eso lo consideraba un privilegio.. Y luego dijo el Sargento Mayor: “ “..Inmediatamente deben pasar al Almacén Andino a retirar todo el material y pertrechos los esquíes, los zapatos para la nieve etc..”
Ilusionados y felices nos fuimos al almacén respectivo y comenzaron a escribir la relación del material que llevaríamos al Refugio.
Fuimos separando Parkas, anoraks, medias de lana, zapatos de esquí, pasa montañas, gorras con orejas, capotes etc…todo lo que sirve para protegerse del frío…y el cabo almacenero dijo de pronto: “ Listo Calixto,ya esta todo relacionado, solo faltan los esquíes , bastones y el armamento”.”.Me hacen el favor ..Toda esta ropa la colocan en las cajas baúles y quedará lista para cuando venga el camión al almacén a medio día, porque ustedes se irán mañana de madrugada ya que la nieve esta a tres kilómetros del refugio y deben caminar ..Pero no se vayan que aun tengo que entregarles más cosas…Y comenzó a sacar un par de botas y dos pares de medias para cada uno. Dos mudas de ropa interior, una casaquilla de paño, un capote corto, pasamontañas y gorros de orejas o sea el equipo apenas básico y elemental y unos mitones mas nada y también los recibimos contentos porque nadie nos dijo ni nos informaba nada. Todo el día se nos fue en los preparativos. Para remate esa noche me tocó de cuartelero con la orden de levantar “ al personal andino” a las cuatro de la mañana...Y amaneció lloviendo.
La sorpresa me la llevé cuando me di cuenta que aun en la oscuridad de esa madrugada y bajo la lluvia estaba formando la banda instrumental con el Sargento Mora (que en paz descanse en las viñas del Señor) en la dirección y antes de que yo me fuera armar el ruidoso escándalo de la levantada militar del Grupo Andino ( los demás siguieron durmiendo una hora mas) comenzó una Diana Musical a cargo de la Banda…Obviamente eso nos levantó el ego por el cielo..
Esa lluviosa y oscura madrugada el Sargento Figueroa nos tenía preparado un desayuno casi de Restaurante de cuatro estrellas. Y entre bromas y risas ya estábamos en Cherquenco y fue ahí que comenzamos a sentir el frío de verdad..
Y nadie preguntó por qué la ropa estaba guardada en cajas..Solo íbamos normalmente bien abrigados no más y había que cuidar la carabina como si fuera una hija. Cuando dijeron ..”¡ Bajarse todo el mundo!”Ya estábamos en la faldas del Llaima..y los 14 soñadores bajamos a tierra..Mentira...a tierra no, a la nieve...¡Por fin te conozco, pensé!...y nada de charlas. Acción inmediata.. Como todo el equipaje y víveres estaba estratégicamente repartido en bultos pequeños igual que las cajas de madera todo era transportable en las mochilas..Y como recién comenzaba el sol a saludar emprendimos la marcha cargados como burros y todo en subida y cuidado con pisar fuera de la huella. Un cabo dijo: “yo los voy guiar aun tenemos cuatro kilómetros en subida por delante y no sabemos si se pone a nevar porque esta nublado y NO TENGO REPORTE DEL TIEMPO así que nos vamos en nombre de Dios…” Para un novato avanzar 10 metros aun teniendo huella en la nieve es muy agotador. A mitad de camino como cosa rara comenzó a nevar y en vez de preocuparnos nos pusimos felices, pero luego cuando sentimos el frío lo único que pudimos hacer para atacarlo fue apurar el paso. Llevábamos puestas las mismas botas con que salíamos francos por las calles de Temuco. Solo que nos dieron dos pares de calzoncillos “mata pasiones” o sea largos. La mochila se puso muy pesada en la espalda porque también repartieron víveres secos para cargar :..arvejas, porotos, lentejas etc..Con unos palos confeccionaron “parahuilas” y amarraron las cajas de manera que entre dos “pelaos” se pudiesen transportar..Y dijeron que eso no era nada que al otro día habría que bajar temprano porque llegaría más material.
Luego de varias horas de triste encuentro con la fría realidad llegamos ateridos de frió al refugio militar. Allá nos recibió otro Sargento Primero con más cara de Sargento aún y nos ordenó que fuésemos a la cuadra (dormitorios) y nos cambiáramos de ropa que para eso nos habían dado una muda, y que recién estaba comenzando el día y que teníamos que salir a trabajar. y que la ropa mojada la pusiéramos alrededor de la estufa de leña a secar porque no había tiempo de ponerse a lavar solo hasta el Domingo, y recién era Lunes.
Una vez cambiados de ropa y secos bajamos al comedor y no dieron café con leche y pan y al terminar el Sargento Mayor nos bajo de las nubes a todos cuando dijo:”...Les doy la bienvenida a nombre de la comandancia ..Ustedes han venido aquí voluntariamente para desarrollar una gran labor logística. Mañana deben bajar hasta donde quedaron parqueados los camiones y continuar el acarreo del material de apoyo para este Refugio.”.Desde este momento pueden quedar “ a discreción” para que fotografíen con sus ojos el ambiente blanco que nos rodea y se vayan acostumbrando porque por lo menos vamos a estar dos meses aquí..Mañana les vamos a dar pedazos de carbón para que se pinten ojeras negras protectoras porque gafas no hay...”.
Todos felices bajamos a jugar con la nieve, hicimos muñecos, nos tiramos bolas de nieve y rapidito estábamos con hambre otra vez…Nos sirvieron el rancho y comimos en un ambiente muy sano y perfectamente alejado de la realidad. A la seis de la tarde ya estábamos en la cuadra ( dormitorios) escuchando radio la Frontera y caímos en un sueño muy pesado, solo nos despertaron varios tiros de carabina a manera de reloj, porque ya era muy tarde…las cinco de la mañana. Habría que bajar luego porque nevó bastante esa noche..Incluso dijeron que había nieve polvo,o sea nievó con viento ( viento blanco)Todos los muchachos se reían mucho de mi porque yo decía :”está nievando” y me corregían...nevando será...Y les preguntaba ¿ y cuando cae agua del cielo que es?...lluvia decían...Pues mis queridos…está lluviendo...”Y ahora esta nievando…Como sea pasamos todo el día de arriba para abajo y de abajo para arriba en un tramo de tres kilómetros aproximadamente..Trajimos de todo: catres, camas colchones ,frazadas, víveres armamento, esquíes etc..
Y asi sucesivamente fueron pasando los días y la tan anhelada instrucción andina nunca llegó. Hasta que un día estaba yo casi muerto de cansancio y un Cabo se compadeció de mis sueños y habló claro..”..Vea pealito yo no se de donde sacó usted la idea de que venía a instrucción militar andina. Lo cierto es que están aquí por orden del Comando para preparar en todos sus mas mínimos detalles durante dos meses el Refugio y recibir al propio Batallón Andino que vienen a Instrucción de Montaña..Ni sueñe usted que viene a aprender esquiar siquiera y desde mañana ya comienzan las faenas de leña.”
Y a la mañana siguiente antes de desayunar nos obligaron hacer cuatro viajes de leña. O sea cargar un tronco de un metro al hombro cuesta arriba desde 1.500 ó 2000 metros, subiendo y bajando con la misma ropa que llegamos porque no se secaban nunca las otras prendas…
Una mañana muy temprano salio franco un Cabo y se fue caminando hasta el poblado mas cercano y nos dijo claramente que volvería por la tarde y que llevaba carabina por si acaso. Ya eran casi las cinco de la tarde, en la montaña esa hora es demasiado tarde A las seis comenzó a caer nieve pluma…y nada que llegaba el cabo…Entre todos tomamos la decisión de bajar a esperarle porque un señor Vera que fue campeón nacional de esquí nos comentó que en el refugio civil el barómetro estaba bajando mucho..Afortunadamente ya nos conocíamos el ambiente blanco hasta por las formas de las araucarias..y nada que lo encontrábamos, hasta que de repente sentimos los disparos y lo encontramos metido en una leñera con mucho frío y bastante pasado de tragos. Asi y todo decidimos llevarlo con nosotros…Lo malo fue que comenzó a levantarse un viento blanco que nos perdió la huella. Bendito sea Dios que nos conocíamos el trazado hasta como por instinto y logramos llegar con hipotermia pero llegamos finalmente al refugio...En un trayecto tan corto el viento blanco puede desorientar al mas experimentado montañista..Tal vez si yo hubiese tenido ropa adecuada, o siquiera zapatos de montaña o un suéter extra no habría sufrido tanto en la vida como en ese entonces debido a la imprevisión e improvisación de los mandos..Además se burlaron de nosotros haciéndonos creer que íbamos a una misión e instrucción muy especial. Claro que era especial. La verdad es que nos mandaron a cortar leña a partir del propio árbol de araucaria, a preparar camarotes , albañilería, carpintería del refugio y para ser mas claro con ropa de calle., de manera tal que cuando realmente llegara el propio Batallón Andino todo estuviera impeque ( termino militar en ese entonces) no morimos en la nieve porque la distancia entre la faena de leña y el acarreo de cosas no era mas allá de tres o cuatro kilómetros pero con ventisca ,es realmente terrible e impresionante. El viento blanco va tapando la huella y muchos de los que estuvimos allí estamos vivos gracias a la perra Laika .La imprevisión y el descuido siempre estuvo presente en órdenes desatinadas con el pretexto de que uno se haría mas hombre…Ni siquiera un barómetro en ese refugio. Cuando se anunció que ya había llegado el verdadero Contingente Andino la “tropilla de transporte” (nosotros) ya estábamos esperándolos y no podíamos creer lo que veían nuestros ojos. Parecían “zares rusos” porque hasta gorros protectores de gorras traían y nos miraron en menos como sus vasallos, con decirle que traían hasta polainas protectoras de zapatos. La pura verdad es que nos sentimos muy achantados. Pero nos desquitamos. En la función de “ animales de carga” hicimos cuatro viajes, porque la nieve estaba muy alta y bastante abajo casi mas de cuatro kilómetros del refugio, y aún con esos cuatro viajes que hicimos no llegaba el primer “príncipe” al refugio. Con felicitarnos lo arreglaron todo, con golpecitos en la fría y humedecida espalda nuestra..Ya mis zapatos estaban rotos y el dedo gordo a punto de congelarse…Bendito sea Dios que nos regresaron a Temuco al día siguiente casi todos sudorosos y harapientos.
Esperé 30 años para contar esta historia que realmente fue una dolorosa experiencia que no me hizo mas hombre sino que me ha comprobado que la improvisación ,el descuido y la imprevisión de seudos profesionales que no conocen verdaderamente nuestra cordillera puede conducir a la muerte de sus subordinados..Todos esos aprovisionamientos, acondicionamientos y visitas de conocimientos estratégico perfectamente lo pueden hacer en Verano para así adquirir la destreza para desplazarse y asimilar perfectamente la topografía del terreno. Mas vale prevenir que lamentar…Gracias por la paciencia.
Cualquier domingo les cuento otra historia, ya sea de Buceo o Navegación de altura..
Hasta pronto .Peucallal
martes, 22 de julio de 2008
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