LA MAGIA DEL SILBIDO…
(Por Trauque Maqroll.Colombia Julio 16-07)
No se si realmente a usted le gusta silbar .Tal vez no silbe porque a la Academia del Silbido se debe asistir desde niño guiado por una persona mayor que le enseñe. En Chile existe otra variación del silbido a la que llaman “Chiflar” porque es estridente, durísimo y lo deja chiflado a uno. Comúnmente un chiflido es para llamar a una persona a más de una cuadra de distancia. Y en el chiflido hasta se utilizan mas de dos dedos introducidos en la boca ya sea en las comisuras de los labios o apretándose el labio inferior modalidad muy practicada por las mujeres de armas tomar. La verdad es que no pretendo dictar cátedra sobre silbidos ni chiflidos, simplemente contarles algo relacionado.
No nos digamos mentiras. Los tiempos de estudiante jamás se olvidan. Hasta el Alzheimer los respeta y los pone fresquitos en la memoria al primer clic-pensamiento más rápido que en banda ancha de Internet. Creo que nací silbando y mas o menos entonado con buen oído desde siempre. Y cuando hacíamos las veces que estudiábamos en el Liceo de Hombres de Temuco-Chile formamos un trío de silbadores perezosos. Porque para lo único que utilizábamos ese silbido característico era para ubicarnos mutuamente como santo y señal. Y si hay que dar crédito ese santo y señal silbado fue una creación de Tristán Torres que copiamos Silvestre Luarte y yo...Estos dos muchachos de esos tiempos asistían a clases de todas las materias pero lo único que hacían era dibujar y dibujar en todas las clases. Hacían caricaturas de los profesores, de los compañeros y también hacían películas. Es verdad. En las esquinas de los cuadernos únicos de mas de 100 hojas en los cuales se lograba movimiento al deslizar los bordes con cierta velocidad. Toda esa concentración artística casi los volvía sedentarios siendo tan jóvenes y contrarrestaban ese esfuerzo intelectual no con trago ,bebida ni cigarrillo sino con fisicoculturismo con especialidad en barras y paralelas. Y obviamente quien escribe también estuvo colgado de las barras en esos tiempos porque tanto como Silvestre y Tristan cada uno tenía una barra en su casa y al poco tiempo decidí construirme una desarmable en el patio de mi casa de Leon Gallo esquina Carrera y allí llegaban siempre los fines de semana mis queridos amigos y se anunciaban silbando una cuadra antes nuestro clásico santo y señal. Silvestre (Silver) como era tenor y cantaba hermosas arias de operas Italianas silbaba mas alto. Entonces uno ya sabía por el tono quien era el visitante a la sesión de gimnasia en barra. Lo especial del silbido eran sus tonos de llamado y respuesta. O sea el que llegaba a la puerta de mi casa o estaba inmerso en una multitud de gente en un evento por ejemplo, al escucharlo debía contestar con los tonos contrarios y descendentes.
Y el tiempo como siempre digo “eterno viajero sin descanso” nos separó con distancia y mucho calendario. Y me contaron que Silver esta silbando y cantando feliz en Italiano en otra dimensión del Universo. Pero el silbido se hizo institución dentro de nuestras familias y allegados.
A pesar de los cambios en nuestras vidas el santo y señal ha permanecido intacto por más de 50 años. Venga y le cuento por qué.
Hace como tres meses que me he reencontrado luego de una pequeña pausa de 32 años con unos de mis hijos de mi primera familia que vive en Viña del Mar...Bendito sea Dios que estamos en franco y cariñoso Chat por Internet en la modalidad de videollamada. Ayer se me ocurrió de repente interrumpir el diálogo con nuestro silbido, el mismo que les aprendí a TATAN Y SILVER en Temuco.
¿Que cree usted paciente amigo que esta leyendo que sucedió?
Al instante mi hijo y sin importar el tiempo pasado, porque ese hijo tan querido ya tiene más de 40 años, silbó la respuesta correcta al santo y señal por Internet.
Los lentes se me empañaron y no pude seguir silbando.
Una hermosa y grata sorpresa musical para mis oídos casi al final del túnel del tiempo.
Le sugiero que aprenda a silbar y alegrará su vida por siempre.
Cordial saludo desde Colombia.
trauque@hotmail.com
lunes, 21 de julio de 2008
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